La foto que acompaña esta entrada la tomó el artista morelense Ernesto Ríos durante el solsticio de verano de 2002 en el observatorio astronómico prehispánico de Xochicalco.
La Gruta de los Astrónomos, como se conoce el lugar, tiene una alta y estrecha chimenea adamada en piedra, alineada con tal precisión que durante cada solsticio de verano puede verse el disco solar completo en el piso del recinto. Para acentuar el efecto los lugareños suelen quemar copal: en el humo puede apreciarse una columna muy intensa de luz, rodeada de oscuridad casi completa.
No es una toma fácil, no son condiciones "estándar", de acuerdo, pero ¿de dónde sale la otra mano? Esa fantasmagoría verdosa que le da un aire de misterio sobrenatural a la toma, ¿estaba "allá afuera"? ¿Qué la produjo?
Ernesto tuvo el tino de someter su descubrimiento a la opinión de los físicos del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica y recibió por respuesta un documento muy cuidadoso e interesante que el lector puede consultar aquí: http://ernestorios.com/Xochicalco.pdf . Muy recomendable lectura.
Según la opinión de los expertos la "aparición" se debe básicamente a reflexiones internas en el sistema óptico, a pesar de su excelente calidad. Las aberraciones pueden corregirse solamente hasta cierto punto. Dicho de otra forma, no hay sistemas ópticos perfectos. Además, en ocasiones el misterio y la imprecisión contribuyen al sentido artístico de las obras.
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